¿Siempre se le tuvo miedo a la muerte? El historiador francés Philippe Ariés dice que “no”.
Y ¿por qué creerle a don Filip? Es que este académico que murió hace unos 40 años, hizo una profunda investigación de cómo se vivió la muerte desde la Edad Media hasta nuestros días.
Fue un tema que le interesó tanto que escribió algunos libros de los cuales en español están disponibles: “El hombre ante la muerte” e “Historia de la muerte en occidente”.
Ariés introduce en su ensayo el concepto de la “muerte domesticada” que se vivía en la Edad Media, el período de nuestra historia que va desde la caída del Imperio Romano (año 476) hasta el inicio de la Conquista de América (1492).
Qué era eso de la “muerte domesticada”. Según el historiador tenía las siguientes características: se moría en la cama, era una ceremonia pública y un acto simple.
La relación del hombre con Dios era más estrecha en la Edad Media. Casi no había cuestionamientos a lo dictaminado por la religión, especialmente la Católica en el mundo occidental. Ese pensamiento (o falta de pensamiento) hacía que el paso a la vida eterna se diera por sentado. Y por eso el miedo no existía.
La muerte era algo tan natural que en el lecho había niños presenciando cómo moría su padre o su madre… La muerte no era un tabú ni un hecho dramático. La persona que sabía que iba a morir pedía perdón por sus pecados, dejaba acomodada las cuentas y se despedía. Para eso antes había invitado a sus allegados a asistir a sus últimos momentos.
¿Y el Infierno? Recién empieza a aparecer en el final de la Edad Media. Y ahí se empieza a revertir esta tranquilidad ante la muerte. Con movimientos como el Humanismo Renacentista, la Revolución Científica y la Ilustración -que llegaron en la Edad Moderna- el ser humano se empieza a dar cuenta de que la certeza de Dios no era tal.
Viniendo a nuestros tiempos la muerte empieza a convertirse en un tabú: morir no es bueno y a veces es hasta vergonzante, según lo que dice Ariés. La muerte deja de ser amigable, viene por ti, viene a sodomizarte, viene a cortar tu vida… La muerte empieza a sernos incómoda.
Leyendo a Ariés quedan dudas. ¿Es bueno el conocimiento que llega con el dudar de la existencia de Dios y tener miedo? O ¿Tengo fe y me quedo tranquilo de que mi existencia va a continuar en el Cielo?
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(Bonus track personal)
Cuando era chico tuve episodios que recuerdo entre muy horribles y muy hermosos. En la madrugada me iba corriendo a la cama de mis padres y le preguntaba a mi papá: “¿Qué me va a pasar cuando me muera?”. Mi papá con paciencia e infinito amor, se levantaba, me llevaba hasta mi cama y me inventaba alguna respuesta que me dejaba calmado para seguir durmiendo… por supuesto que él tampoco sabía qué me iba a pasar cuando me muriera.