Al grano con el título de este texto: a la hora de escribir mate cocido lo primero que haríamos es ponerle c porque tiene que ver con cocción. La infusión de yerba mate que se prepara en taza con saquito o en olla y colación, va con c, no hay dudas.
Ahora, si hablamos de un personaje que se convirtió en un héroe de los marginados, debemos escribirlo como Mate Cosido, con mayúscula y S. Porque viene de costura.
Segundo David Peralta nació en Monteros (Tucumán) el 3 de marzo de 1897. Un pueblo de 4.000 habitantes. Terminar la primaria y aprender un oficio eran casi el único objetivo a principios del siglo XX en un pueblo del profundo interior de la Argentina.
Segundo picaba más alto. De chico daba vueltas por la imprenta en la que trabajaba su padre. Ahí se topó con bibliografía marxista y charlas con obreros anarquistas. Los libros y las injusticias que sufrían los peones de los ingenios azucareros empezaron a formar parte de su vida. Ese adolescente de 14 años ya era un trabajador más… y en camino a convertirse en un intelectual.
Pero cometió un error: tuvo un romance con la mujer equivocada, la esposa del comisario del pueblo. Por supuesto que el policía no perdonó la ignominia.
La venganza fue acusar a Segundo de homosexual (principios del siglo XX en el interior de la Argentina) y ladrón. Calabozo y palizas. Tantos golpes le dieron que le abrieron la cabeza. En el lunfardo de nuestro país mate es cabeza. La costura que cerraron sus heridas, le dieron el mote a Segundo David Peralta: Mate Cosido.
Le vino genial para su futuro. Un asaltante debe tener apodo.
Cansado de que el comisario lo persiguiera y lo encanara todo el tiempo, a sus 19 años Mate Cosido se fue a andar por las rutas… a caballo. En el camino tomó una decisión: sería un asaltante en busca de Justicia. Aquello que vio desde el taller de imprenta le seguía doliendo.
Sería un asaltante de empresas y latifundistas que negreaban peones y obreros. Anduvo por Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y se instaló en Chaco. Lo detuvieron y le dieron 5 años de prisión. En la cárcel perfeccionó sus métodos de robo y formó una banda con Antonio “Calabrés” Rossi y Eusebio “El Vasco” Samacola para cuando estuvieran afuera. La sociedad tenía un dogma: “No se mata a nadie”.
Los robos eran planeados con trabajadores que pasaban datos desde adentro de las fábricas, prostitutas de hacendados que conocían los movimientos de las estancias, policías maltratados y peones casi esclavos. Todos encontraban en la banda de Mate Cosido la venganza de tantos malos tratos de los ricos.
Mate Cosido se fue convirtiendo en un hombre querido. “En mis asaltos evito la violencia. Porque no me gusta y porque no quiero que la gente haga comentarios desfavorables”. Vestía como los peones y trataba de ser uno más. Entendió que ese favoritismo de la gente era su mejor resguardo. Un bandido bueno que les robaba a los ricos y repartía con los pobres.
Agárrenlo como sea
Los latifundistas y empresarios se cansaron de Mate Cosido. Por la guita que les robaba, porque se podía convertir en un líder peligroso y porque siendo un delincuente quedaba siempre bien parado.
La orden al poder (cito) político y la Policía fue clara: “Agárrenlo como sea”.
Mate Cosido pasó a ser el asaltante más buscado de la Argentina. La banda, ya sin el “Calabrés” -muerto en un tiroteo con la Policía-, sabía que estaba en peligro y cada vez tardaba menos en los asaltos para evitar la llegada de los policías. Más tarde Samacola también abandonaría la banda por miedo a la muerte o a la cárcel.
El cambio de modalidad sentenció a la gavilla de Mate Cosido. En diciembre de 1939 decidieron secuestrar a Jacinto Berzón, mayordomo de una de las estancias más poderosas de Chaco. La devolución con vida de Berzón sería a cambio de 50.000 pesos argentinos –unos 250.000 dólares de hoy.
-Tienen que llevar una valija con el dinero en un tren y tirarlo cuando pasen por la Estación Villa Berthet –fue el pedido de Mate Cosido.
La Policía ideó un plan. Estaciones antes de la convenida, hicieron bajar a toda la gente e inundaron el tren de uniformados. Al llegar a Villa Berthet tiraron bengalas, el sector quedó iluminado y los ladrones al descubierto cuando fueron a buscar la valija. Empezó el tiroteo y persecución. Desde ese día no se supo más nada de Mate Cosido… o casi.
Los últimos días del héroe popular
Son 4 las versiones de lo que le pasó a Mate Cosido tras el incidente del secuestro y el tren.
-Quedó herido y se escapó para siempre sabiendo que estaba en peligro.
-Murió y fue enterrado a escondidas para mantener vivo el mito.
-Se fue con su fortuna, se instaló en Paraguay y se dedicó a la ganadería.
-Fue reclutado por el peronismo y le cambiaron el nombre. Su ascendencia sobre la gente lo convirtió en el puntero más importante del norte argentino.
Pero quién fue Mate Cosido: ¿Un héroe popular o un simple ladrón con buena prensa?