El fiscal Cantaro tras su absolución: “Esto es un restaño a mi honorabilidad”

El fiscal federal Alejandro Cantaro dijo que “esto es un restaño a mi honorabilidad”.

Cantaro fue absuelto el Tribunal Oral en lo Federal (TOF) de Bahía Blanca, integrado por los jueces Ernesto Sebastián, Simón Bracco y Alejandro Silva, que lo juzgó por “abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado”.

El presidente del TOF explicó en la lectura del fallo que se desarrolló de forma presencial y virtual en los Tribunales ubicados en la calle Lavalle y Chiclana, que “por unanimidad se declaró la nulidad de la acusación fiscal por haber violado el principio de congruencia procesal y en consecuencia el derecho de defensa en juicio”.

“Absolver a Alejandro Salvador Cantaro en orden a los hechos calificados por el Ministerio Público Fiscal constitutivos del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado por haber asistido a Facundo Teixido y a Sebastián Gauna San Millán (sobrino de Cantaro) a eludir la investigación de un delito especialmente grave siendo funcionario público en calidad de autor material penalmente responsable”, sostuvo en la lectura.

-¿Cómo empezó todo esto Alejandro?

-Sebastián se vino a vivir a Bahía porque debido a su adicción se había quedado sin casa en Neuquén. Para salir de esa runfla se vino a Bahía e instaló un negocio de despacho de cerveza pero como no lo atendía adecuadamente, su madre se vino a Bahía, lo rajó de la casa y del negocio.

Ante esta circunstancia, Cantaro cuenta que le ofrece a Gauna San Millán vivir en su casa.

-En mi familia lo queríamos mucho a Sebastián. A cambio de estar en mi casa debía comprometerse a hacer un tratamiento. Lo vi mal.

Alejandro agrega que en julio de 2017 se fue a España al casamiento de su hija.

-Cuando vuelvo de España veo que Sebastián no había hecho nada por sanar y el negocio –del que yo era garantía- tampoco le había prestado la atención debida. En septiembre-octubre de 2017 dejé de verlo.

-¿Cómo te enteraste de que estabas involucrado en una causa?

-Estando en La Pampa en un juicio de lesa humanidad veo en los medios lo de la causa de Sebastián a quien casi no mencionaban, sólo decían “el sobrino del fiscal Cantaro”. Ahí comencé a preocuparme. El juez manda a formar causa. Yo ya intuía que iba a tener un coletazo.

Dice que “esa situación extrema me llevó a ver a un médico psiquiatra que me da una licencia para que me rearme por un estado de presión leve a media y de mucha ansiedad”.

En abril de 2018 se le inicia una causa por encubrir Facundo Teixido y Sebastián Gauna por vender estupefacientes y en mayo de 2018 allanan su casa llevándose celulares y computadoras.

-El juez dice que yo los informaba de lo que iba a pasar y que el fiscal no los investigaba por un pedido mío o porque quería quedar bien conmigo. Aunque no hay ningún mensaje ni en celulares ni en las computadoras hacia Gauna o Teixido o a algunos de los otros acusados.

Para entender el fallo

Cantaro dejó algunos conceptos como para entender qué fue lo que resolvió el Tribunal que lo absolvió.

-Debía ser juzgado por encubrimiento y por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Pero el fiscal dice que el contenido lo lleva a determinar que yo fui miembro de la banda y me acusa de comercializar estupefacientes en calidad de partícipe necesario. Es ahí cuando mi defensa pide que se anule la acusación por no poder defendernos correctamente. El Tribunal anula la acusación dándole la razón a la defensa.

“Una tranquilidad enorme”

-El cambio que hizo el fiscal no tiene ningún fundamento. No expuso pruebas.

-El Tribunal se irritó y dijo que falta a la buena fe procesal.

-En un párrafo, el fallo dice que los jueces tienen el deber de controlar la matriz de la acusación impidiendo que el fiscal persiguiendo penalmente al acusado de modo caprichoso y que ello conduzca a las personas a un proceso penal.

-El veredicto absolutorio me trajo una tranquilidad enorme. Cuando vi los fundamentos no me hubiese imaginado que iba a ser una sentencia de esta naturaleza. Fue un restaño a mi honorabilidad.

“Fue vergonzante para mí y mis hijos”

-¿Qué viviste estos años?

-Me retrotraje mucho. Desapareció mi vida social que era bastante activa. Algunos medios de comunicación martillaron con mi participación en la causa. Fue vergonzante para mí y mis hijos.

Y agrega que decidió casi no salir a la calle con nadie: “No quería comprometer a un amigo… que dijeran ´lo vimos tomando un café con el narcotraficante’. Hoy te sacan una foto y la mandan a los medios. Intentaba tener una vida parecida a lo normal.

“Como un Don Corleone”

-¿Qué hablaste con tus hijos?

-Le pedía que no vieran los diarios… pero igual les llegaba.

-¿Cómo quedó la familia? Gauna es tu sobrino…

-Mi sobrino y yo estábamos en la misma causa. Para mis hijos estaba claro que no lo había encubierto… Estando prófugo seguía comercializando estupefacientes.

Alejandro agrega que hubo más dolor.

-En una conversación entre él (Sebastián Gauna) y su madre, él dice ‘voy a mandar hasta las pelotas al tío porque sé que hay una ley de arrepentido con una reducción importante de la pena’.

Y más.

-Me describe como un Don Corleone y hasta dijo que temía por lo que le podía pasar a su vida. Esto ya parecía un desborde… una cosa totalmente innecesaria.

-¿Cómo estás hoy?

-Me voy recuperando. Pero todos los días me aparece algo, ahora ando sordo de un oído. Tengo la tranquilidad de no darle tantas vueltas al tema en mi cabeza, ante me la pasaba escribiendo.

-¿Qué vas a hacer ahora?

-No voy a golpear ninguna puerta para volver a trabajar. Me gustaría tener un espacio para trabajar sobre resoluciones de Justicia en los barrios, sobre derechos laborales… acompañar en eso.

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